Cuando Kanzaki recibe una carta de Mari Setogaya pidiéndole reunirse en el almacén de educación física de su escuela durante el almuerzo, cree que recibirá una confesión de amor. Aparece ansioso, solo para ser atacado por su supuesta admiradora. La hermosa niña intenta dejarlo inconsciente, pero cuando falla estrepitosamente, le explica que es un vampiro y que había querido alimentarse de él. Sintiendo lástima, Kanzaki a regañadientes le permite beber su sangre. Pero resulta que Mari no soporta el sabor de la sangre cruda, pero perecerá sin los nutrientes que contiene. Kanzaki encuentra una solución apresuradamente, ofreciéndole un fluido corporal diferente para consumir, y Setogaya se enamora instantáneamente de este nuevo sabor.
